Nadie conoce mejor nuestra pista de baile que Pedro Plaza, quien además es el fundador de Banana Club.
“Empecé a tocar discos al mismo tiempo que concibíamos la idea de Banana como un club pequeño, y la razón era básicamente porque, literalmente, no había nadie más para hacerlo. Después de eso, acepté el trabajo y amé todo lo que conlleva, especialmente las horas de música.
Lo que al principio era un reto ha pasado a ser la parte que más disfruto de todo el trabajo que hago en Banana Club. Realmente me lo paso bien leyendo al público y traduciéndolo en la música que toco, tratando de tocar algo para todos. A la hora de elegir qué tocar siempre considero muy importante preguntarme: ¿qué melodía me volvería loco si estuviera de fiesta con todos ahí abajo?
Al fin y al cabo, ese es un poco el espíritu que tenemos mis compañeros residentes y yo en Banana Club: aunque todos tenemos preferencias (la mía es la música electrónica y urbana), no cerramos la mente y negamos ningún género. , todo vale, siempre y cuando saque grandes movimientos de la multitud”.